J.I.P.
José Ignacio Pastor, JIP para los íntimos. "Joseph Ignace Pasteur" diría a la francesa para burlarme de él. Se lo merece tanto, a pesar de que es feo burlarse de nombres propios. Lo conocí hará casi 20 años, en una época en la que él andaba promoviendo con ahínco su propia figura en el ámbito del socialismo valenciano. Fue gerente de la fundación "Societat i progrés", con la misma ambición de autopromocionarse y con algún que otro desfalco si no recuerdo mal. "Dicen que quiero ser concejal, ¿y qué pasa?". Desde entonces ha manipulado presupuestos consecuentes, pero sin llegar a ser elegido de nada, el pobre. Su aparente simpatía podía engañar y dar a pensar que su objetivo era realmente el de defender a la ciudadanía, cuando en realidad su carrera no son más que autobombos y autocomplacencia permanentes. Una sucesión interminable de fotos y subvenciones. Mi pareja de entonces y yo colaboramos puntualmente con sus charlas y eventos y recuerdo con especia